La cultura de trabajo tóxica es la combinación de liderazgo abusivo, normas sociales no inclusivas y poco éticas dan forma al comportamiento en una organización.
Al investigar las tasas de renuncia en 500 empresas estadounidenses durante los primeros seis meses de la pandemia, el profesor Donald Sull -del MIT Sloan Executive Education– descubrió que la cultura laboral tóxica era el predictor más determinante de la tasa de deserción de una empresa. Según el estudio, la cultura tóxica fue 10 veces más poderosa para predecir el abandono que la compensación, y determinante para que las personas dejaran sus trabajos ese año.
“La cultura funciona como un intermediario que traduce el propósito en comportamientos cotidianos que tienen influencias muy significativas en la experiencia de los empleados, pero también en el desempeño y la reputación corporativa”, explicó el académico.
Conoce estos cinco indicadores de una cultura laboral tóxica:
- Los empleados se sienten poco respetados en el trabajo.
- Las personas se sienten excluidas debido a su raza, género u otros factores.
- Existe un patrón de comportamiento poco ético o francamente ilegal, como la falta de cumplimiento normativo.
- Las personas hacen todo lo posible por socavar a los demás.
- Los líderes son abusivos, por ejemplo, gritando a la gente.